La falta de inversión en firmes pone al borde del colapso a muchas carreteras

En las últimas décadas, España no sólo fue un sembrado de grúas que levantaban edificios, sino que las máquinas de asfalto no paraban. En 2007 se alcanzó el récord en producción de mezcla bituminosa -unas 49,5 millones de toneladas- destinada, fundamentalmente, a la construcción de nuevas carreteras (la red nacional y local casi alcanza los 700.000 kilómetros, sólo superada por Francia en el continente). Seis años después, nuestro país lidera otro ranking, pero justo en el sentido contrario. Según estadísticas de la Asociación Europea de Pavimentos de Asfalto (EAPA), España es el país de la Unión Europea con el mayor descenso absoluto y relativo en este tipo de producción.

Esta situación es “dramática” para el sector. La patronal Asefma acaba de presentar un panorama tan negro como el asfalto que produce. “Estamos atravesando una situación terrible desde el inicio de la crisis. Los últimos datos de 2013 reflejan una nueva caída anual y ya acumulamos un descenso relativo del 70% respecto a hace seis años -la caída media europea está en torno al 15%-“, explica el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Mezcla Asfáltica, Juan José Potti.

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